Me he descubierto a mí misma diciendo en diversas ocasiones, no tengo tiempo. Al parecer esta corta frase, es una de las más repetidas en esta era posmoderna, la gente estudia, trabaja, se involucra en miles de cosas y por supuesto que lo que menos tiene es tiempo.
¿Que nos enseña la Escritura en relación a este mal?, pues dice exactamente todo lo contrario; en Eclesiastés capítulo 3 se nos hace ver que hay tiempo para todo, por lo tanto decir que no tenemos tiempo es solo una excusa o una validación de que algo estamos haciendo mal.
¿Porque no nos alcanza el tiempo?
1. Porque hemos establecido mal nuestras prioridades, esa es la reflexión a la que llegué cuando escribí mi libro "Cada Cosa en su Lugar", pues cuando las prioridades están en desorden, lo demás también lo está.
2. Hacemos más de lo que realmente podemos hacer. Es un mal del ser humano no poder decir no, lo que significa que cuando menos lo acordamos estamos llenos de compromisos que resultan difícil de cumplir, no porque no seamos capaces de hacerlo, si no porque el tiempo no alcanza. Es allí cuando comenzamos a decir, no tengo tiempo.
3. Porque no actuamos con sabiduría, entendiendo que hay cosas que no podemos hacer en ciertas etapas de nuestra vida, aún cuando anhelemos hacerlo, llegará el momento en que podremos hacerlo. Esto pasa cuando tienes hijos pequeños, quizás tu quisieras dedicar tiempo para aprender a nadar o tocar un instrumento y no encuentras el tiempo para hacerlo. En este momento la prioridad son los hijos, están en etapa de formación y requieren un apoyo más cercano, pero llegará el tiempo en que podrás dedicarte a realizar algunos de los sueños que tienes en estado de pausa.
¿Como manejar nuestro tiempo?
- Establece tus prioridades, las prioridades orientan nuestros recursos, tanto financieros, humano, como el recurso tiempo.
- Revisa las actividades a las que estás dedicando tiempo, quizás hay algunas que habrá que dejar.
- Establece un plan de metas que te ayuden a aprovechar bien el tiempo. No coloques un plan de largo plazo, proponte metas semanales y si fuese necesario metas diarias.
- Aprende a decir no, ¿cual es tu norte en este sentido? son tus prioridades y tus metas, cada vez que te ofrezcan realizar algo pregúntate, ¿Esto está dentro de mis prioridades?, ¿Me ayuda a cumplir mis metas o las obstaculiza?
La Biblia nos enseña que hay tiempo para todo, así que como buenos administradores, debemos aprender a usar bien el tiempo que Dios nos da, recordando que los tiempos son malos, que la vida es corta y por lo tanto debe ser nuestra meta aprovechar con sabiduría el tiempo que Dios nos de en este mundo.
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