martes, 14 de octubre de 2014

Haz el Bien sin Mirar a Quien

No nos cansemos de hacer el bien, porque si no nos cansamos a su tiempo segaremos. Gal. 6:9  

Cuantos de los dichos que escuchamos de nuestros abuelos o padres están basados en la Biblia, aunque vale la pena aclarar que no es siempre el caso.  Quizás usted recuerde aquel dicho de haz el bien, sin mirar a quien; esto es muy relacionado con la invitación que Salomón nos hace en Eclesiastés 3:12, "Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva".

Este pensamiento es muy contradictorio a la filosofía del mundo actual, pues la mayoría desean hacer el bien solo a los que les hacen bien a ellos, y vengarse de los que les hacen mal, pero igual se nos enseña que no hay mayor sacrificio en amar a los que nos hacen bien, el sacrificio está en amar a los que nos dañan o que procuran nuestro mal.

La petición de hacer el bien siempre puede no ser fácil, pero sin duda hacerlo traerá bienestar a quien actúe así.  La Biblia también nos enseña que "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará", si uno siembra bien, segará bienestar; y si siembra maldad para otros, no será de extrañarse que esa maldad se traducirá en maldición para el que lo procure alcanzando esta maldad también a su familia.

Amadas, estamos en este mundo, pero no somos de este mundo, somos ciudadanas del reino y como tal debemos vivir.  No se trata de ser tonto, se trata de entender que si alguien nos hace mal,  no debemos meternos en pleito contra esa persona, pero si saber que hay una batalla espiritual que librar y vestidos de la armadura de Dios, podemos  ganar esa batalla.

Bendecid a los que os maldicen, amad a vuestros enemigos, no se cansen de hacer el bien son frases reiteradas en la Biblia,  se nos invita a procurar el bienestar de los demás, pues si no nos cansamos a su tiempo segaremos.

En un tiempo donde la maldad es el actuar diario de muchos, dispongamonos a hacer el bien, Dios dará a cada quien su recompensa.  Mantengámonos firmes en la fe, escudriñemos la escrituras y vivamos una vida de oración, si estamos cerca de Dios, tendremos fuerzas para hacer el bien, sin mirar a quien, pero además podremos responder con valentía las asechanzas del enemigo, pues si Dios es con nosotros ¿quien contra nosotros?, además mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.

Dios les bendiga




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