miércoles, 27 de agosto de 2014

Consejos para el nuevo año escolar

Con el comienzo del nuevo año escolar, sabemos que muchos están buscando de opciones y alternativas para la educación de nuestros hijos. Algunos optan por educar en casa, otros por enviar a sus hijos a la escuela pública o por las escuelas privadas. La elección es totalmente de la familia, debido a muchas circunstancias diferentes.

Sea cual sea su decisión, queremos darte algunos consejos que esperamos te ayuden este nuevo año escolar, estos consejos no los doy porque soy la persona más indicada pues hago bien mi tarea como mamá, más bien porque por los errores que cometo y en mi búsqueda por ser la madre que Dios quiere y que mis hijos logren sobrevivir en este difícil mundo, leo constantemente y compilo información que puede también ser útil para otras mujeres, te comparto estos tips.
 

1. Enseñe a sus hijos el discernimiento.

Ayude a sus hijos a aprender a pensar críticamente sobre lo que están aprendiendo en lugar de limitarse a absorberla. Predecir lo que pueden aprender y pre-enseñar a su punto de vista sobre el tema. Usted puede hacer esto mediante la lectura de sus libros de texto y hablar con ellos sobre cualquier duda que pueda tener sobre el sesgo del autor. Esto les ayudará a ser oyentes activos y pensadores exigentes. Durante la cena, les pregunta si detectan cualquier sesgo en la forma en que el tema se le enseñó ese día.  Esto les ayudará no solo en las clases, si no en cualquier situación en la vida, no todo lo que se ve bueno es en realidad bueno, debemos despertar ese sentido de discernimiento y conciencia crítica que permita siempre decidir por lo mejor.

 
2. Ore regularmente por los profesores de sus hijos.

Orar por los maestros de sus hijos puede sonar como una pieza estándar de consejos, pero te recomiendo que seas muy intencional en tus oraciones. Haz una lista de los maestros de tus hijos, director de escuela y otros adultos en sus vidas. Pon esta lista en un lugar donde te recordarás todos los días de orar por ellos. Aquí está la clave: Pídele a Dios como Él quiere usarte para ser una influencia piadosa en sus vidas este año escolar. Entonces, preste atención a las puertas que El abrirá!
 

3. Bendiga al profesor con una nota de aliento y de agradecimiento.

Incluso dentro de los primeros días o semanas del año escolar se puede encontrar algo que los maestros están haciendo que usted aprecia, lo observé ayer que mi hija Lissa llegó entusiasmada por su clase de español y como su nueva maestra les testificó porque decidió estudiar esa clase, desde este momento pude ver la influencia positiva del maestro, su interés en ganar el aprecio de sus alumnas y seguramente para Lissa ahora esta será una clase favorita.  Puede ser algo que agradezca algo que sus niños disfrutaron del aprendizaje, puede ser la forma en que los maestros decoran sus salones, puede ser una actividad de clase que usted piensa que es una gran idea. Hágales saber por escrito una breve nota de agradecimiento y aliento.
 

4. Anime a sus hijos a orar cada mañana en la escuela.
 
Yo estoy comenzando este año con esta práctica, le pido a Lissa y a Abigail que recuerden que ese espacio es un lugar para bendecir a otros con sus vidas, allí pueden dar testimonio de Jesús con buena conducta y además en su oración pueden pedir que Dios les ayude a portarse bien, a tener buenas notas y a hacer frente a las exigencias e influencias malas de este mundo que se dan aún en escuelas cristianas pues no todos los alumnos provienen de hogares cristianos.
 

5. Sea  un estímulo para los maestros cristianos de la escuela.

Si usted conoce a un profesor en la escuela de sus hijos que es cristiano, reunase con ese profesor. Durante el año escolar busque oportunidades para conectarse con los profesores y puede incluso comentarles de páginas con información util, cristiana y que pueden servirles o revistas, artículos y otra inforamción.

Que nosotros y nuestros hijos seamos usados ​​por Dios para bendecir a otros este año en la escuela.

martes, 19 de agosto de 2014

Una Vida Abundante

"yo he venido para que tengan una vida y vida en abundancia"  Jn. 10:10b
Seguramente ha escuchado mucho sobre la vida en abundancia, aspecto que en los días actuales se relaciona mucho con bienes materiales, riquezas y placeres.  Pero al leer Juan 10 detenidamente podemos constatar de que se trata esta vida que el Señor nos promete, veamos estos 3 puntos:

1. Una vida abundante es aquella que disfruta de la salvación que Cristo nos ofrece. (10:9), imaginese cuantas dificultades hay en el mundo actual, cuantas luchas, tristeza y aflicción, resulta increíble pensar como se superan las dificultades sin Cristo.  En lo particular me siento contenta de conocerle y saber que Dios es mi refugio, que ha traído salvación a mi vida y que por lo tanto está al control de todo.  Su salvación no solo rescata nuestro espíritu de la muerte, también nos devuelve nuestra identidad de saber que somos su pueblo, nación santa y como tales tenemos libre acceso a El y contamos con el en cualquier dificultad.

2. Una vida abundante es una vida que trae libertad (10:9). Se puede tener riqueza, bienes, placeres y más cosas de este mundo y vivir preso de los temores, a un pasado, a una situación difícil, a patrones de conducta viciados.  Pero entregarnos a Cristo nos trae libertad, no hay pasado que pueda atormentarnos si no se lo permitimos, pero es necesario dejar el pasado atrás.  La Bíblia nos enseña: "de modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, LAS COSAS VIEJAS PASARON, HE AQUÍ TODAS SON HECHAS NUEVAS",  ¡gloria a Dios!, El está dispuesto a hacer nuevas cosas en nuestra vida, a borrar el pasado, tirarlo a las profundidades del mar.  No deberíamos sentirnos atados a nada que tenga que ver con el pasado, pues Dios nos dá libertad de caminar como hijos de luz , cumpliendo con el propósito de Dios para nuestra vida.

3. Una vida abundante nos permite tener lo que Dios ha dispuesto para los que le obedecen (v.9), como bien lo señala el evangelio de Mateo, si buscamos primero a Dios y su justicia, todo lo demás vendrá por añadidura.  Es decir que la vida abundante también tiene que ver con lo material y con disfrutar de otras cosas en la vida, pero eso viene producto de que nos encontramos con Cristo, que reconocemos quienes somos en El, que le obedecemos y producto de ello logramos ser personas que prosperan en todo.

Mi invitación es para que usted pueda pasar más en la presencia de Dios, una vida abundante viene de una vida de obediencia y eso solo lo logramos estando más en su presencia, quien pasa cerca de Dios, se parece más a El.


viernes, 15 de agosto de 2014

Viviendo en Excelencia

"Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia.  Ustedes sirven a Cristo el Señor" Col. 3:23

Vivimos en un mundo de mediocridad, hoy día la gente trabaja bajo la ley del mínimo esfuerzo y se muere sin conocer todo el potencial que Dios puso en el ser humano.  Por esta razón es común ver productos mal hechos, servicios mal prestados, mala atención al cliente, impuntualidad, irresponsabilidad; sencillamente la gente se conforma con hacer las cosas de cualquier forma.

Ahora bien, lamentablemente esta actitud ha entrado en las filas de la iglesia y tenemos muchas personas que sirven sin tener la conciencia de lo que realmente implica el servicio y como debe hacerse, para algunos lejos de ser un privilegio es una actividad más en la que se involucran sin el sentido del servicio a los demás y a Dios, trasladando esa misma actitud a los trabajos y acciones que realizan fuera de la iglesia, pues no reconocen que aún nuestro trabajo es una forma de servir a Dios y a los demás y por lo tanto debemos hacerlo bien, tratando de ser y hacer lo mejor.

¿Que nos enseña la Biblia acerca de esto?, te comparto algunos principios que podemos sacar del versículo que aparece al inicio de este escrito:

  1. Lo que hacemos (dentro y fuera de la iglesia) es para el Señor.  Creo que es oportuno recordar que todo lo que hacemos es para el Señor, esto nos debe recordar que Dios es un Dios que le gustan las cosas bien hechas.  Muestra de ello son los sacrificios que recibía, solo recibía lo que estaba en buenas condiciones, lo mejor de lo que se tenía.  El no recibía un cabrito con un pie quebrado, para El siempre debíamos dar lo mejor.  Así que el recordar para quien hacemos lo que hacemos, debe ser un motivante para dar lo mejor de nosotros y hacer las cosas bien.  
  2. Es importante una buena actitud, pues a veces hacemos bien las cosas pero con mala actitud.  De esta forma en realidad no hemos hecho nada bien.  La actitud tiene que ver con el corazón, limpiar bien las sillas con quejas de por medio no sirve de mucho.  Dirigir el ensayo  de alabanza, quejándonos por el cambio de horario es como símbalo que retiñe.  Dar las clases sin haberla preparado es no tener la actitud correcta que me impulsa a dar lo mejor.  ¡Trabajemos de buena gana!
  3. La excelencia debe ser un valor que vive cada cristiano en todo lugar.  Mire que he visto como a veces la gente se prepara, se capacita y hace muy bien su trabajo fuera de la iglesia y lo que hacen para la iglesia lo hacen de cualquier forma.  Luchamos con gente que no entiende que la excelencia es un principio bíblico que debemos vivir en cualquier esfera de nuestra vida.  Recoger la ofrenda, dar clases, el aspecto físico del templo, las aulas, las reuniones, y todo lo que tiene que ver con el ser y quehacer de la iglesia debe hacerse con excelencia, quien así lo hace ha entendido que Dios merece lo mejor.
  4. No espere recompensa en la tierra, por que no debemos servir esperando algo a cambio.  Hacer las cosas bien debe ser producto de nuestra motivación por dar lo mejor del potencial que Dios ha puesto en nosotros, debe convertirse en un estilo de vida.  Si alguien lo agradece, lo reconoce o lo recompensa, pues está bien, pero si nadie lo hace recuerde que vivimos para agradar a Dios y el recompensará algún día su buena motivación para servir con excelencia.
Amigas les animo a dar lo mejor en sus trabajos y en el servicio ministerial en la iglesia, nuestra nación puede ser diferente si tenemos cristianos que entienden que hemos sido llamados a ser los mejores y hacer las cosas con excelencia en cualquier lugar donde estemos, tanto en el ámbito privado como en el público, esto es adorar a Dios.

Dios les bendiga

lunes, 11 de agosto de 2014

Clama a Mi y Yo te Responderé

"Porque los Ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal". I Pedro 3:12

Estoy de viaje de trabajo y decidí llevarme a mi hija mayor, creo que fue una buena decisión.  Sobre todo porque creo que nuestros hijos deben saber las dificultades que tenemos, las luchas familiares y la manera en que debemos tratar de solucionarlas.  Después de conversar de algunos problemas, tomamos la decisión de orar y déjenme compartirles que fue un buen tiempo, ¡Gloria a Dios por ello!.

Luego abrimos la Biblia y encontramos el hermoso versículo que les coloqué arriba, el cual fué un bálsamo para nuestro corazón, pues es hermoso saber que el oído de Dios está atengo a nuestras oraciones, fue la respuesta que necesitábamos para saber que los que hemos sido justificados por Cristo, debemos confiar en que el Señor escucha nuestras oraciones y dará respuesta en su tiempo.

Esto lo he estado aprendiendo en los últimos días, porque como humanos tratamos de buscar respuestas humanistas a nuestros problemas, hablar cuando no es bueno, pelear, o ver como le "ayudamos a Dios".  Pero en realidad Dios no necesita ayuda, solo necesita que confiemos a ciegas en El, como un niño pequeño lo hace con su padre.  Cuantas respuestas rápidas, con buenas soluciones nos perdemos por interferir en la solución que Dios quiere darnos y anticiparnos con nuestras respuestas, en realidad Dios es poderoso para cambiar cualquier cosa, Dios es bueno, Él nos ama, desea lo mejor para nosotros, cuando El responde "si" es porque es lo mejor y cuando Él responde "no", es porque es lo mejor.

Amadas hermanas, no tratemos de ayudar a Dios, ni de mover su mano a nuestra conveniencia, solo vayamos a exponerle nuestras situaciones y El se encargará de sorprendernos con su solución que siempre es la mejor.  Es un gozo estar en la presencia del Señor y recibir de El paz, fortaleza, esperanza y sobre todo la convicción de que El hará lo mejor, pero recuerde de nuestra parte debemos obediencia y obediencia hasta el dolor, pero es en ese dolor, cuando nos sentimos débiles que Dios se perfecciona.

Que la gracia del Señor abunde en sus corazones y que pongan en ustedes el anhelar estar cada día en su presencia, así como anhelo yo estar.

En Amor