Estoy haciendo un devocional con mi esposo y me encantó un pasaje que leímos y que me ha ayudado mucho estos días, así que quise escribir acerca de este versículo, que nos muestra las muchas oportunidades que Dios nos da cada día.
La Biblia nos enseña en Proverbios 24:16 que "el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia". Pensaba cuantas veces nos hemos equivocado, cuantas veces le hemos fallado a Dios, a nuestros hijos a nuestro esposo, a nuestros amigos o a nuestra familia; sin embargo, lo maravilloso es darnos cuenta de como Dios nos ayuda a levantarnos. No importa cuantas veces caemos, pueden ser siete o veinte, pero Dios está allí con su brazo extendido para darnos una nueva oportunidad.
Creo que esta reflexión es oportuna en diferentes circunstancias, y es más oportuna para todas las que estamos casadas. Los problemas en el matrimonio tienen dos grandes responsables, el esposo y la esposa, cada vez que surge un problema que resolvemos mal o que no podemos resolver, es como una caída, de la cual parece que no vamos a poder levantarnos nuevamente. Sin embargo, todas aquellas que hemos sido justificadas por Cristo, podemos levantarnos, perdonar y seguir luchando para que nuestras familias hagan la diferencia en un mundo donde los matrimonios duran dos días.
Ciertamente cada día es de luchas, a veces por situaciones económicas, por diferencia de temperamentos o por otros aspectos propios del matrimonio; así que cada día debemos pedirle a Dios nuevas fuerzas para levantarnos, para caminar con gozo y volver a comenzar, olvidando lo que queda atrás.
Amadas hermanas, hay que levantarnos por nuestros hogares, vamos a orar por nuestras familias, por nuestros esposo y por nuestros hijos, Dios se puede glorificar a pesar de nuestras debilidades e imperfecciones y que mejor que comenzar a honrarlo desde nuestros hogares.
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