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Es muy común escuchar hermosos discursos acerca de las personas cuando mueren, se habla de sus virtudes, de las buenas acciones que hicieron y de como van a hacer falta; pero ¿porque esperar hasta la muerte?, acaso no deberíamos mostrar nuestro afecto y agradecimiento a las personas mientras están en vida, hacerlo fortalece las relaciones, además es bueno reconocer el bien recibido de los demás y ser agradecido.
El agradecer es un valor que se ha ido perdiendo, pareciera que no solo a la nueva generación se le ha olvidado decir gracias, la mayoría de las personas actúan como que el mundo estuviera obligado a hacerle bien y ayudarle, sin pensar que a veces ni siquiera merecemos los favores, así que por lo menos deberíamos tener una actitud de gratitud. Esto no es algo nuevo, Jesús mismo sanó en una ocasión a 10 personas y de estos solo uno regreso para agradecerle.
El Apóstol Pablo había desarrollado esa actitud, tenía una familia en la fe y sabía que estos trabajaban por la obra, así que daba gracias a Dios por la familia de la fe, pero también les manifestaba su agradecimiento a ellos; eso lo podemos observar al inicio de cada carta que el escribía, siempre les manifestaba su agradecimiento por la obra que realizaban, pues así le apoyaban ministerialmente, además les agradecía el cuidado y la atención que tenían para el, cuando le hospedaban, le alimentaban y le servían con amor, reconociendo su apostolado y llamado.
¿A quienes tienes que agradecer, a tus padres, amigos, hermanos en la fe, familia, personas que conoces y que en determinado momento han hecho un bien para ti?, piensa un poco y quizás tendrías una lista interminable de personas a quien agradecer. Aprovechando la tecnología que ahora tenemos y las miles de formas para comunicarnos sería bueno que envíes un mensaje a una o dos personas a quien Dios puso para bendecirte. Dios es bueno y no solo nos bendice directamente, también pone a otros para bendecirnos.
Yo doy gracias por mi familia y por la familia de la fe, gracias por las colaboradoras cercanas que son además mis amigas, con quienes he llorado, reído, soñado y también me he enojado. Agradezco a las que me levantan los brazos en oración, las que me animan y las que aún han salido de sus trabajos para venir y poner su brazo para alentarme, Dios me ha bendecido al ponerlas en mi camino. ¡Gracias!
Actividad en Familia
Los abuelos son usualmente generosos y cariñosos con sus nietos, así que una buena actividad para este día podría ser pedirles a tus hijos que los llamen o que les envíen un mensajito solo para decir gracias. Un día ellos no estarán, no dejemos que pasen desapercibidos los buenos tiempos que se pasan con ellos.