jueves, 6 de noviembre de 2014

¡Da gracias a Dios en todo tiempo!

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

De las muchas celebraciones que se celebran en otros países me encanta la del día de acción de gracias, y por supuesto que me ha gustado que la adoptemos en nuestro país pues en realidad todos tenemos razones por las cuales agradecer a Dios y también a otros.  También me gusta porque me predispone de forma positiva durante todo el mes de modo que no importa las situaciones que puedan darse, siento mi corazón plenamente agradecido con el Señor.  

Esta disposición del corazón no debería ser únicamente de un día o de un mes, en realidad debería de ser una condición permanente, y a eso es que nos invita el apóstol Pablo cuando en Filipenses 4:6-7 nos exhorta a no inquietarnos o afanarnos por nada, si no presentarnos en oración y ruego delante del Señor, poner nuestras peticiones delante de El y darle gracias.  

Cuando entendemos que Dios es más grande que el secuestrador, más grande que el desempleo, más grande que la enfermedad, más grande que cualquier problema, entonces nuestro corazón puede estar confiado.  Esta confianza la adquirimos a medida que estamos con El, conocer a Dios y relacionarlos cada día con El, nos trae la convicción de que Dios puede estar al control de todo si nosotros nos tomamos de su mano y le entregamos aquello que nos inquieta.

No podemos vivir en una burbuja alejados de las dificultades y protegiéndonos de lo que nos atemoriza, esa no es vida.  Pero si podemos abrigarnos con su presencia y darnos cuenta que Dios lo puede todo y por eso me anticipo y le doy gracias, pues el cuida de mí.

¿Que te atemoriza, que te afana, que te preocupa, es la enfermedad, estás sin empleo, las dificultades familiares?, todo eso es nada en la presencia de Dios, deja allí tu carga, y dale gracias pues El estará al control de todo.

Doy gracias al Señor pues cuida de mi familia, vivimos en un mundo violento, pero he entendido que no puedo controlar las circunstancias que hacen de este mundo un lugar peligroso, pero si puedo mantener un corazón agradecido pues aquel que todo lo ve y el que si tiene control de todo, vela por mí. ¡Gracias Señor!

Actividad en Familia
Podemos colocar un florero con algunas ramas secas y cortar hojas de papel en las que cada día antes de dormir escribimos una razón por la que le damos gracias, el día de acción de gracias lea cada motivo de gratitud, esto nos ayudará a no olvidar las bondades que Dios hace por nosotros cada día y fomentará la gratitud en sus hijos.

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