Ah, la costumbre del ser humano, desechar a las personas, por su forma de hablar, por su forma de vestir, por su pasado, por su presente, por lo que ven; grave error. Esta es la enseñanza del mundo, irnos por lo que vemos sin darnos la oportunidad de conocer a las personas, etiquetar a la gente, sin creer que Dios puede hacer algo nuevo, así como lo ha hecho con nosotros.
Me encanta la historia de Rahab, una mujer "pagana, prostituta y con un pasado", sin embargo escogida para ser parte del linaje de Jesús, desechada quizás por una mayoría, pero redimida y utilizada para la gloria de Dios; es bueno saber que nuestro pasado no determina nuestro futuro. Mientras algunos señalan y apuntan lo malo que hacemos, hay alguien que nos ama y que nos quiere usar.
¿Quien no tiene un pasado?, un pasado de pecado, sentimientos incorrectos, pensamientos impuros, actuaciones malas, hablar de más, señalar a los otros. Pero que bueno que a pesar de ese pasado Dios desea usarnos, si pudo hacerlo con Rahab, también puede hacerlo con nosotras.
Gracia, es la forma en que Dios nos muestra su amor, no por lo que hemos hecho, tampoco por lo que El sabe que haremos, no por lo bueno que somos ni por las obras, es porque decidió amarnos a pesar de. La navidad debe recordarnos acerca de esta gracia, Dios mandó a su hijo Jesucristo a morir por nosotros, no lo merecíamos, pero aún sin merecerlo estuvo dispuesto. ¡Gracias al Señor por su amor!
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