Tener fe es algo sumamente difícil, decimos que la tenemos pero cuando pasamos por dificultades en verdad confiamos más en un extraño que en Dios. Es tan fácil tener fe cuando sentimos el control, eso sucede cuando tenemos un empleo, hablamos de que Dios es fiel y que provee a nuestras necesidades, pero en realidad lo que sucede es que estamos seguros de que cada mes o cada quincena habrá un depósito en nuestra cuenta y eso ayudará a cubrir los gastos familiares. ¿Pero que sucede cuando no hay un trabajo?, será que todavía podemos confiar en que el mismo Dios que provee a través de un empleo, puede proveernos cuando no hay un empleo.
Es así como viene la inquietud a nuestro corazón, no tener todo bajo el control, no estar seguros de las cosas nos aturde e incluso nos quita el sueño. No hablo de ser improvisado, tampoco de ser irresponsable, si no que de que aún cuando nosotros hacemos nuestra parte, hay una gran mayoría de cosas que salen de nuestro control, ¿porque entonces inquietarnos?, el único que tiene el control de todo es Dios, y el ha prometido darnos paz en medio de la incertidumbre, también nos ha dicho que a sus hijos todo les ayuda a bien.
¿Como evitar inquietarnos?, Primero poner nuestras decisiones delante del Señor, así lo que suceda después que oramos, sencillamente es la voluntad del Señor. Segundo, no dejar de orar, en la presencia del Señor encontramos paz para el corazón. Tercero, compartir con alguien nuestra lucha o nuestra dificultad, pues mejor son dos que uno, más cuando la persona es creyente.
Amadas hermanas, cualquiera que fuere su situación le recuerdo que Dios está al control de todo, deposite en el su carga, y El traerá paz a su corazón, recuerde "El guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento en El persevera, pues en El ha confiado". Crea a su Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario