"Porque los Ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal". I Pedro 3:12
Estoy de viaje de trabajo y decidí llevarme a mi hija mayor, creo que fue una buena decisión. Sobre todo porque creo que nuestros hijos deben saber las dificultades que tenemos, las luchas familiares y la manera en que debemos tratar de solucionarlas. Después de conversar de algunos problemas, tomamos la decisión de orar y déjenme compartirles que fue un buen tiempo, ¡Gloria a Dios por ello!.
Luego abrimos la Biblia y encontramos el hermoso versículo que les coloqué arriba, el cual fué un bálsamo para nuestro corazón, pues es hermoso saber que el oído de Dios está atengo a nuestras oraciones, fue la respuesta que necesitábamos para saber que los que hemos sido justificados por Cristo, debemos confiar en que el Señor escucha nuestras oraciones y dará respuesta en su tiempo.
Esto lo he estado aprendiendo en los últimos días, porque como humanos tratamos de buscar respuestas humanistas a nuestros problemas, hablar cuando no es bueno, pelear, o ver como le "ayudamos a Dios". Pero en realidad Dios no necesita ayuda, solo necesita que confiemos a ciegas en El, como un niño pequeño lo hace con su padre. Cuantas respuestas rápidas, con buenas soluciones nos perdemos por interferir en la solución que Dios quiere darnos y anticiparnos con nuestras respuestas, en realidad Dios es poderoso para cambiar cualquier cosa, Dios es bueno, Él nos ama, desea lo mejor para nosotros, cuando El responde "si" es porque es lo mejor y cuando Él responde "no", es porque es lo mejor.
Amadas hermanas, no tratemos de ayudar a Dios, ni de mover su mano a nuestra conveniencia, solo vayamos a exponerle nuestras situaciones y El se encargará de sorprendernos con su solución que siempre es la mejor. Es un gozo estar en la presencia del Señor y recibir de El paz, fortaleza, esperanza y sobre todo la convicción de que El hará lo mejor, pero recuerde de nuestra parte debemos obediencia y obediencia hasta el dolor, pero es en ese dolor, cuando nos sentimos débiles que Dios se perfecciona.
Que la gracia del Señor abunde en sus corazones y que pongan en ustedes el anhelar estar cada día en su presencia, así como anhelo yo estar.
En Amor
Les animamos a dejar un mensaje si crees que estos devocionales bendicen tu vida. Eso me anima a seguir adelante.
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