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martes, 21 de octubre de 2014

Te irá bien si temes a Dios

Creo que todos nos hemos preguntado alguna vez ¿porque hay cosas malas que les suceden a los buenos? y ¿porque los malos no se mueren en vez de que muera gente buena?, pensamos que las maldades pasan desapercibidas del Señor, también creemos que sus beneficios por causa de obedecerle y vivir en rectitud nunca se darán.  

Pero el bien aparente para el que actúa mal podrá ser por un tiempo, o sencillamente parecer bien pero en realidad ser mal.  He visto gente mala tener buenas temporadas, gozar de dinero y aparente bienestar, pero Dios tarde o temprano pasa la balanza y dura cosa es caer en manos del Dios vivo.  

Salomón hizo esta reflexión, el también se pregunto como es que al malo parece a veces irle bien, pero su conclusión afirma que Dios obra en justicia y no le irá bien al que no teme a Jehová.  "Ahora bien, aunque el pecador haga cien veces lo malo, y sus días se prolonguen, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia,  y que no le irá bien al malvado, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios." Ecl. 8:12-13.

En un mundo donde gobierna el mal, no es de sorprendernos de tanta maldad, el corazón del ser humano se ha enfermado y desde allí maquina el mal para los demás, ¿tenemos que preocuparnos?, ¿necesitamos correr y escondernos por causa de tanto mal?, no.  La Palabra nos recuerda que Satanás es el Dios de este siglo pero nuestro Dios es más poderoso, el venció en la cruz del calvario y derrotó allí al enemigo.  Además podemos abrazar sus promesas para nosotros y los nuestros y creer que Dios va de nuestro lado, pues mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo.  Confiar en que aunque un ejercito se levante en contra nuestra, no temerá nuestro corazón  y aunque se levante guerra, estaremos confiados pues Dios es poderoso gigante que pelea la batalla por nosotros.

Estamos en este mundo, pero no pertenecemos a el, somos ciudadanos del reino de Dios, debemos poner toda nuestra confianza en El Señor, trabajar por su obra y por el establecimiento de su reino en este mundo.  Si le obedecemos y nos disponemos a poner nuestra mirada únicamente en el, entonces gozaremos de su presencia, de su cuidado y sobre todo del galardón que El ha preparado para los que le aman.





viernes, 15 de agosto de 2014

Viviendo en Excelencia

"Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia.  Ustedes sirven a Cristo el Señor" Col. 3:23

Vivimos en un mundo de mediocridad, hoy día la gente trabaja bajo la ley del mínimo esfuerzo y se muere sin conocer todo el potencial que Dios puso en el ser humano.  Por esta razón es común ver productos mal hechos, servicios mal prestados, mala atención al cliente, impuntualidad, irresponsabilidad; sencillamente la gente se conforma con hacer las cosas de cualquier forma.

Ahora bien, lamentablemente esta actitud ha entrado en las filas de la iglesia y tenemos muchas personas que sirven sin tener la conciencia de lo que realmente implica el servicio y como debe hacerse, para algunos lejos de ser un privilegio es una actividad más en la que se involucran sin el sentido del servicio a los demás y a Dios, trasladando esa misma actitud a los trabajos y acciones que realizan fuera de la iglesia, pues no reconocen que aún nuestro trabajo es una forma de servir a Dios y a los demás y por lo tanto debemos hacerlo bien, tratando de ser y hacer lo mejor.

¿Que nos enseña la Biblia acerca de esto?, te comparto algunos principios que podemos sacar del versículo que aparece al inicio de este escrito:

  1. Lo que hacemos (dentro y fuera de la iglesia) es para el Señor.  Creo que es oportuno recordar que todo lo que hacemos es para el Señor, esto nos debe recordar que Dios es un Dios que le gustan las cosas bien hechas.  Muestra de ello son los sacrificios que recibía, solo recibía lo que estaba en buenas condiciones, lo mejor de lo que se tenía.  El no recibía un cabrito con un pie quebrado, para El siempre debíamos dar lo mejor.  Así que el recordar para quien hacemos lo que hacemos, debe ser un motivante para dar lo mejor de nosotros y hacer las cosas bien.  
  2. Es importante una buena actitud, pues a veces hacemos bien las cosas pero con mala actitud.  De esta forma en realidad no hemos hecho nada bien.  La actitud tiene que ver con el corazón, limpiar bien las sillas con quejas de por medio no sirve de mucho.  Dirigir el ensayo  de alabanza, quejándonos por el cambio de horario es como símbalo que retiñe.  Dar las clases sin haberla preparado es no tener la actitud correcta que me impulsa a dar lo mejor.  ¡Trabajemos de buena gana!
  3. La excelencia debe ser un valor que vive cada cristiano en todo lugar.  Mire que he visto como a veces la gente se prepara, se capacita y hace muy bien su trabajo fuera de la iglesia y lo que hacen para la iglesia lo hacen de cualquier forma.  Luchamos con gente que no entiende que la excelencia es un principio bíblico que debemos vivir en cualquier esfera de nuestra vida.  Recoger la ofrenda, dar clases, el aspecto físico del templo, las aulas, las reuniones, y todo lo que tiene que ver con el ser y quehacer de la iglesia debe hacerse con excelencia, quien así lo hace ha entendido que Dios merece lo mejor.
  4. No espere recompensa en la tierra, por que no debemos servir esperando algo a cambio.  Hacer las cosas bien debe ser producto de nuestra motivación por dar lo mejor del potencial que Dios ha puesto en nosotros, debe convertirse en un estilo de vida.  Si alguien lo agradece, lo reconoce o lo recompensa, pues está bien, pero si nadie lo hace recuerde que vivimos para agradar a Dios y el recompensará algún día su buena motivación para servir con excelencia.
Amigas les animo a dar lo mejor en sus trabajos y en el servicio ministerial en la iglesia, nuestra nación puede ser diferente si tenemos cristianos que entienden que hemos sido llamados a ser los mejores y hacer las cosas con excelencia en cualquier lugar donde estemos, tanto en el ámbito privado como en el público, esto es adorar a Dios.

Dios les bendiga