"si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra." 2 Crónicas 7:14
¿Que hace que tengamos una experiencia diferente cada día?, es estar en su presencia, porque cuando buscamos a Dios, su majestad, el verle como el Todopoderoso, el Gran Yo Soy, hace que lo imposible se vuelva posible, que lo natural se vuelva sobrenatural.
No hablo de cosas complejas, hablo de pequeños pero a su vez grandes desafíos que en lo natural por si solos nos cuesta lograr, acaso no nos resulta difícil perdonar y amar a ciertas personas, pero cuando salimos de estar en su presencia, algo ocurre y se nos hace más facil, en verdad podemos decidir amar a otros. O cuando te enfrentas a una situación dificil, vas donde Dios y oras, entonces Dios actúa y te quedas maravillado de como obra.
Ayer en una reunión con mi equipo de escuela dominical, orabamos y eramos desafiados a hacer más, mucho más de lo que hasta ahora hemos hecho, y hablamos de una situación con ciertos niños necesitados, y hoy me maravillo de como obra Dios, como El es poderoso, hoy me entró un mensaje de respuesta fiel para ayudar a los niños. Cuando soñamos los sueños de Dios, el actúa sobrenaturalmente para mostrarnos que es el mismo de ayer, el obra de manera que nos sorprendemos.
Estamos en una nación injusta, corrupta, violenta, malvada, que se ha olvidado de Dios, esta nación y el mundo entero le ha sacado de sus hogares, de sus escuelas y de sus vidas, pero Dios sueña con una nación justa, que ama, que vive en paz, que hace el bien, donde el mal de uno es el de todos y donde todos procuramos el bien de los demás. ¿Podemos soñar el sueño de Dios?, porque no es la luz de las antorchas que cambiará esta nación, es la luz de Cristo, si marcháramos menos y oraramos más, si clamaramos por lluvia, por un avivamiento, por el derramiento de su Espíritu con poder, entonces el oirá desde los cielos y sanará esta tierra. Con esto no pretendo herir susceptibilidades de los que marchan, pero los que conocen de Cristo, son soldados que pelean la batalla diferente, de rodillas, evangelizando, procurando la justicia, poniéndose la armadura de Dios.
Jesús estuvo en la tierra, en ese entonces el imperio romano era muy parecido a lo que tenemos hoy día, injusto, enriqueciéndose unos y cargando con impuestos a los pobres, pero Jesús no se volvió contra el imperio, el se dedicó a anunciar a Dios, a ser luz y hacer discipulos
Amados, soñemos el sueño de Dios, clamemos por ese sueño y esperemos sin desmayar porque el responde al que le busca, El es el gran Yo Soy.
Les animo a adorar a nuestro Dios cada día, porque el es Dios eterno, incomparable y digno de recibir toda gloria y alabanza, Aleluya!
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