lunes, 28 de julio de 2014

Maravillosa Gracia


Karen Rosales-Agradecida con mi Señor-
...maravillosa gracia, vino Jesús a dar, más alta que los cielos, más onda que la mar... 

Esta es la parte inicial de un hermoso himno que aprendí hace mucho tiempo, y digo hermoso por la profundidad de su contenido, que nos habla de las bondades inmerecidas que Dios nos brinda, su amor y su misericordia.

Todos tenemos en la vida un área con la que luchamos,  vicios, relaciones, finanzas, y muchas otras más.  En particular a mi me resulta una lucha mi temperamento y ha sido motivo  de oración constante, con alegrías cuando supero algunas situaciones y con tristezas cuando pierdo algunas batallas.   Pero es hermoso que mientras luchamos y nos esforzamos por cambiar, podemos recordar las hermosas palabras del Señor a través del apóstol Pablo "bastante mi gracia, mi poder se perfecciona en tu debilidad".

Me siento agradecida con el Señor, al saber que permite que tengamos algunas luchas permanentemente, para que no perdamos la perspectiva de pensar que por buenos nos va bien, o de creernos tan santos que fácilmente señalamos a los demás.  En realidad, como la Biblia señala, no hay justo ni aún uno, no hay quien haga lo bueno.  Dios ve nuestro esfuerzo y nuestras luchas constantes, y nos ama a pesar de nuestros aguijones, ¡cada día son nuevas sus misericordias! ¡Gloria a Dios!

No se si usted ha tenido ese sentido de culpa, como yo lo he tenido cuando le he faltado al Señor.  Pero hoy quiero decirle que Dios no nos señala, no nos condena.  Así como a la mujer infiel  a quien le dijo: "quien te señala", ya no había nadie, el perdón había llegado.  De igual manera Dios está allí cada día, para abrazarnos y restaurarnos y animarnos a seguir adelante.  El es nuestro padre, somos sus hijos y mientras estemos en esta vida, nos tocará batallar, pero amigas recuerden "maravillosa gracia, vino Jesús a dar, mas alta que los cielos y más onda que la mar", nuestras culpas han sido clavadas en la cruz y hoy vivimos por fe, por gracia esperando la venida de nuestro Señor.

Dios les bendiga y les ayude a experimentar la libertad que solo en Cristo podemos encontrar.


miércoles, 9 de julio de 2014

Lo primero debe ser siempre lo primero

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás será añadido"  Mt. 6:33
Estoy leyendo un buen libro para mujeres, a través del cual Dios me ha recordado las prioridades que debo tener, las cuales con los afanes del día cambiamos, y producto de ello terminamos metidas en algunos líos.

Por supuesto que todos los que creemos en Dios decimos que Dios es nuestra prioridad, decimos esto solo porque vamos a la iglesia, pero la realidad es que Dios no es la iglesia, involucrarme en mil de cosas en la iglesia solo hace que nos fatiguemos y que descuidemos otros aspectos que van antes de la iglesia y entre esto que descuidamos está nuestra misma relación con Dios.  Acaso no es cierto que terminamos cansadas en el día, producto de tener que responsabilizarnos de mil cosas,  tan cansadas que no tenemos fuerzas ni para orar, y cuando oramos nos dormimos orando.

Muy bien hace Jesús al enfatizar que debemos buscar primero el reino de Dios y su justicia,  esto no se logra por whatsapp, por facebook o a través de un curso virtual, se trata de disponer concientemente de un tiempo a solas con Dios, El y yo, para que yo le cuente, le hable, llore y para que El me conteste, me escuche, me diga y me muestre su amor.  Jesús debe ser nuestro amigo, donde depositamos nuestros temores, cargas y luchas, pero también nuestras ilusiones, sueños y metas.  Cuando esto sucede, entonces lo demás viene por añadidura.

Debo confesar que muchas veces he comenzado mal, no voy a Jesús, tomo mis decisiones sin consultarle, arrebatadamente actúo y como resultado me va mal.  En realidad la cosa es al revés, se trata de buscar a Dios primero, entre más tiempo pasamos con El mas nos parecemos a El, pero no como personas religiosas que por fuera parecen y por dentro no son, más bien que Dios actúa dentro de nosotros, en nuestro corazón y a partir de allí podemos tener buenas actitudes, buenas acciones, el carácter de Cristo.

A las personas nos cuesta aprender, sabemos estas cosas y actuamos contrario a lo que sabemos, pero no debemos desanimarnos, procuremos estar en menos cosas y enfoquemonos en lo que de verdad vale la pena.  He decidido seguir a Cristo, no vuelvo atrás, no vuelvo atrás.