Karen Rosales-Agradecida con mi Señor- |
Esta es la parte inicial de un hermoso himno que aprendí hace mucho tiempo, y digo hermoso por la profundidad de su contenido, que nos habla de las bondades inmerecidas que Dios nos brinda, su amor y su misericordia.
Todos tenemos en la vida un área con la que luchamos, vicios, relaciones, finanzas, y muchas otras más. En particular a mi me resulta una lucha mi temperamento y ha sido motivo de oración constante, con alegrías cuando supero algunas situaciones y con tristezas cuando pierdo algunas batallas. Pero es hermoso que mientras luchamos y nos esforzamos por cambiar, podemos recordar las hermosas palabras del Señor a través del apóstol Pablo "bastante mi gracia, mi poder se perfecciona en tu debilidad".
Me siento agradecida con el Señor, al saber que permite que tengamos algunas luchas permanentemente, para que no perdamos la perspectiva de pensar que por buenos nos va bien, o de creernos tan santos que fácilmente señalamos a los demás. En realidad, como la Biblia señala, no hay justo ni aún uno, no hay quien haga lo bueno. Dios ve nuestro esfuerzo y nuestras luchas constantes, y nos ama a pesar de nuestros aguijones, ¡cada día son nuevas sus misericordias! ¡Gloria a Dios!
No se si usted ha tenido ese sentido de culpa, como yo lo he tenido cuando le he faltado al Señor. Pero hoy quiero decirle que Dios no nos señala, no nos condena. Así como a la mujer infiel a quien le dijo: "quien te señala", ya no había nadie, el perdón había llegado. De igual manera Dios está allí cada día, para abrazarnos y restaurarnos y animarnos a seguir adelante. El es nuestro padre, somos sus hijos y mientras estemos en esta vida, nos tocará batallar, pero amigas recuerden "maravillosa gracia, vino Jesús a dar, mas alta que los cielos y más onda que la mar", nuestras culpas han sido clavadas en la cruz y hoy vivimos por fe, por gracia esperando la venida de nuestro Señor.
Dios les bendiga y les ayude a experimentar la libertad que solo en Cristo podemos encontrar.