"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo único, para que todo aquel que el crea, no se pierda más tenga vida eterna".
Hace casi quince años conocí a Edwin, el que hoy es mi esposo y por el cual agradezco al Señor, en el vi cualidades que me gustaban, una persona leal, que no desea el mal par nadie, alguien temeroso del Señor y que busca agradarle no solo en público si no también en privado. Sabía que quería estar con alguien así en mi vida, además el también me manifestaba que deseaba estar a mi lado.
Con el pasar de los tiempos Dios ha ido reafirmando ese amor entre nosotros, con las dificultades que pasamos y con los buenos tiempos también, hoy estoy agradecida con el Señor por haberlo puesto en mi camino, pero aprendí algo, aprendí que aunque yo lo amo a el y el me ama a mí, no puedo esperar un amor perfecto de el, así como tampoco yo puedo dárselo, ese amor perfecto me lo da solo Dios.
Definitivamente el corazón del hombre tiene una forma, esa es la forma de Dios, que cuando nacemos está vacío y buscamos llenar ese vacío con el amor de otras personas o cosas, pero rápidamente nos vamos dando cuenta que nada ni nadie puede llenar ese vacío sino Jesús. Cuantas desilusiones vamos sufriendo, a veces con nuestros padres, cuando estos no nos aman como esperamos; con nuestro esposo, cuando no nos manifiesta el amor en la manera que nosotros nos sentimos amadas, porque tenemos expectativas hacia ellos que no llenan y sufrimos.
Otros buscan llenar ese vacío con dinero, fama y fortuna, pero igual nada de esto trae satisfacción, hay solo una persona que llena ese vacío, este es Cristo, así que nuestras expectativas de los demás deben bajarse, pues solo Cristo nos da la calidad de amor que necesitamos.
Dios es nuestro amado, El es quien restaura nuestras heridas, El que nos anima cada día, es en El que debemos tener nuestra esperanza, no debe temer nuestro corazón acerca del futuro, no debemos detenernos en nuestro llamado, porque El va delante de nosotros cual poderoso gigante.
Gracias a Dios por mi amado Salvador, porque cuando le busco le encuentro, porque tiene cuidado de mí y de mi familia, porque aún en tiempos difíciles siento su amor mostrándome las lecciones hermosas de la vida y su fidelidad. Les animo a confiar en el Señor de todo su corazón, el es nuestro amado, el que nunca nos dejará.
Le animo a compartir sus comentarios y testimonio con nosotros.